jueves, 23 de julio de 2009

Narración en Hipertexto: El reto de los comunicadores en la era digital

Pensar que la práctica profesional es llegar a la última etapa de formación académica sería un error. Ningún ser humano termina sus procesos de aprendizaje, más bien se trata de cerrar un ciclo en la experiencia personal de la vida.

A diferencia de muchos de mis compañeros, entrar a una empresa para mí no era nuevo, ya había estado adaptada a otras organizaciones nueve años atrás. Sin embargo, incorporarme en una empresa donde su línea de negocios fueran las comunicaciones en medios digitales, sí era una gran novedad.

Cuando ingresé a VCB, la primera pregunta fue ¿qué significa?, ¡oh sorpresa! un nombre en inglés: Virtual Community Builders, o sea, Constructores de Comunidades Virtuales. Además, sería guionista de multimedias educativas, lo que me generó una nueva pregunta: ¿cómo hacer un guión para multimedias? Si bien había hecho un curso relacionado al tema, no tenía el conocimiento preciso; además, la Universidad tampoco me había dado las bases para este tipo de experiencia, así que le pregunté a mi supervisora de práctica:

_ Olga: Maribel, ¿cómo debo hacer los guiones? ¿Hay algo en lo que pueda apoyarme para iniciar? Tengo idea para elaborar guiones de radio y televisión, pero ¿qué otros elementos debe llevar el guión multimedial?

_ Maribel: Olguita: “piense en pantallas, que toda la información de la multimedia se distribuya por pantallas”.

Ummm, no entendí mucho, esa noche hasta soñé con pantallas de todo tipo. Fue entonces que me di a la tarea de revisar guiones de otras multimedias y poco a poco fui encontrándole el tono al asunto y descubrí que la construcción de este tipo de propuestas tenía que ver con la posibilidad de crear personajes, escenarios e historias a partir de un tema, es una especie de trasformación de un texto escrito y lineal a nuevos lenguajes, con múltiples medios integrados: textos, sonidos, imágenes ilustradas o en fotografías, gráficas, videos, audios, animaciones, lo cual me resultó interesante y entre mucho ires y venires, ensayos, errores y descubrimientos, logré encontrarle el sabor y el gusto a los guiones multimediales.

Hablar de multimedias, es tener en cuenta que estos materiales se soportan en los medios audiovisuales, pero con un valor agregado: a lo audiovisual se le incorporan herramientas interactivas generando un rol participativo, lo cual contribuye al descubrimiento de nuevas posibilidades expresivas que generan aprendizajes, entretenimiento, motivación y estimulación visual y auditiva; donde los usuarios obtienen el dominio de habilidades y destrezas propias de la tecnología; donde se propone un tipo de narración no lineal, sino hipertextual, lo que permite interactuar con el medio, activar los sentidos y habilidades lingüísticas para elegir el elemento que se quiere ver, leer, escuchar, escoger una ruta propia y libre de navegación.

Durante estos meses he vivido una gran experiencia para mi formación como comunicadora. Pienso que la Universidad debe proponer nuevas oportunidades educativas, donde no solo los medios masivos y análogos sean el centro en los programas académicos, pues construir contenidos para un medio que incluye todos los demás, es un gran reto y ofrece ventajas competitivas como producto de comunicación.

A mi modo de ver, la realización de guiones multimediales favorece las áreas de desempeño profesional para los comunicadores, pues permite fortalecer habilidades que se adquieren en la carrera: escribir, tomar fotografías, elaborar planes audiovisuales, pensar situaciones, personajes, historias… En este sentido, podemos comprender que en esta era de la información todas las profesiones están influenciadas por los cambios tecnológicos, pero no cabe duda que la comunicación es una de las áreas de mayor impacto en esta transformación, por lo tanto, a los comunicadores se nos abren nuevos retos profesionales, entre los que el principal es dar una nueva mirada a los medios de comunicación y a los lenguajes de las TIC.

Comunicación Humana

Hablar de comunicación humana, implica pensar en los medios, formas y alternativas que los seres humanos encontramos para dar a conocer pensamientos, saberes, sentimientos, dudas, inquietudes, opiniones... Para ello, es importante diferenciar las habilidades con las que los seres humanos nacemos para comunicarnos (escucha y oralidad) son innatas; y aquellas que se adquieren por estar inmersos en una cultura (lectura y escritura) de símbolos, señales, códigos, significantes que es necesario reconocer y aprehender, darles sentido por estar insertos en una sociedad que exige contacto con otros. Estos elementos permiten estar en interacción con el mundo, nos posibilita expresarnos de múltiples maneras y estar interrelacionados con los otros y el medio.

En este sentido, “la comunicación dentro del ámbito humano aparece como un instrumento necesario para el establecimiento de relaciones del hombre en el medio en que vive.

Conforme aprendemos a nombrar lo que nos rodea, nos convertimos en receptores y emisores de un proceso comunicativo rico y complejo. Al nacer somos receptores de un sin fin de ruidos y sensaciones cuyos significados nos son desconocidos al principio a la par de nuestro crecimiento los vamos codificando y decodificando. Es entonces, que nos volvemos receptores. Demandamos el por qué de todos los estímulos que nos rodean y damos respuesta a ellos. A partir del desarrollo de esta habilidad la comunicación tanto oral como escrita se convierte en el vehículo por el cual expresamos nuestros sentimientos y nuestros pensamientos”.*

El proceso de comunicación humana no sólo se reduce a una interdependencia física o a respuestas entre la fuente y el receptor, sino que también implica un conjunto de predicciones, por ambas partes con respecto a la forma en que el otro habrá de responder al mensaje. Todo comunicador tiene un imagen de su receptor, prevé posibles respuestas e intenta predecirlas antes de que ocurran. Los receptores por su parte seleccionan los mensajes de acuerdo a la imagen que se han formado de la fuente y a sus expectativas en relación al tipo de mensajes que este emitirá.

Es importante en el proceso comunicativo, la intencionalidad y los participantes, de manera que haya una interpretación adecuada al mensaje que quiere transmitirse a nuestros interlocutores, ya sea desde lo oral, lo gestual, lo gráfico o lo escrito. En este sentido retomo a David Berlo quien expresa: “El objetivo fundamental de la comunicación es convertir al hombre en un agente efectivo que le permita alterar la relación original que existe entre su organismo y su medio circundante. El hombre se comunica entonces, para influir y afectar intencionalmente a los demás”.

El propósito de toda comunicación es producir una propuesta específica en los demás, es necesario que la persona que se comunique utilice el mensaje apropiado para expresar dicho propósito. Si conoce bien su propósito será capaz de lograr una comunicación eficiente y efectiva, de no conocerlo pueden generarse fracasos en la comunicación en dos motivos:

1. Hábito rutinario de comunicarse

2. Interpretación errónea de la respuesta

En la comunicación humana, por el hecho de ser con otros se generan interpretaciones, posturas y acciones de acuerdo al mensaje emitido, por ello, toda conducta en una situación de interacción tiene un valor de mensaje, es decir, es comunicación, se deduce que por mucho que uno lo intente no puede dejar de comunicar, actividad o inactividad, palabras o silencio tienen siempre valor de mensaje, influyen sobre los demás quienes a su vez no pueden dejar de responder a tales comunicaciones y por ende, también comunica.

En cualquier proceso comunicativo, es importante saber que no solo letras, imágenes, palabras nos dan un mensaje que hay que interpretar, los humanos poseemos un sistema de signos, símbolos y señales que se dan a través del cuerpo en su generalidad, las manos, el rostro, las posiciones corporales en general dan cuenta de elementos comunicativos que se quieren transmitir con las personas que cotidianamente compartimos y nos cruzamos en los diferentes escenarios y roles que ocupamos, estos elementos comunicativos son llamados gestos, elementos significativos de comunicación que permiten interactuar y emitir mensajes, llamados por Vigotsky “escritura en el aire”. De alguna manera me atrevo a afirmar que la gestualidad nos permite expresar desde el silencio y la corporeidad aquello que sentimos y pensamos en determinados momentos y situaciones: alegría, placer, tristeza, dolor, angustia, disgusto, enfado y miles de expresiones que indican estados emocionales o sentimentales que nos ocupan en este infinito mundo de los posibles mensajes comunicantes a los demás; y de este modo, se convierten en una herramienta de comunicación humana.

“El ser humano siempre resulta incomprensible y quizá ello sea así,

porque más que para comprenderlo, es para contemplarlo como el más grande prodigio estético.

Cuando más nos esforzamos por descifrar racionalmente los misterios

que nos llegan a través de la visión del otro,

más lejos estamos de su esencia. Por el contrario, cuanto más nos despojamos del esfuerzo racional y nos situamos como espectadores sensibles del milagro de la existencia, algo nos toca del otro en unas fibras

que de pronto desencadenan los más indescriptibles

sentimientos. la compasión, la admiración, el amor, la ternura, el deseo, la alegría o la soledad pueden llegar a intensidades insospechadas

si sabemos contemplar un rostro o un cuerpo en movimiento, si podemos escuchar verdaderamente una historia o el poema de una vida.

... Y como siempre ocurre con las cosas bellas,

ellas no pueden existir verdaderamente

hasta que no hallan a alguien capaz de descubrirlas,

de embrujarse con su existencia,

de hacerlas tan propias

que su verdad se torna múltiple en manos de cada contemplación particular.

Alguien capaz de descubrirme logrará hacer brotar de mi

un ser que yo mismo no conozco:

quien me descubre me inventa nuevamente y a partir de mi cuerpo, de mis signos externos, hará que en mi alma se dibuje un nuevo ser fabricado a dúo,

de tal modo que sólo ante ese otro puedo hallar

el espejo apropiado para verme”.

Francisco Cajiao*



* PINALES RODRÍGUEZ, Deyanira

Teoría de la comunicación humana. LOPEZ, Alejandro. PARADA Andrea. Ed. Alfaomega. Santafé de Bogotá. 1999.

* CAJIAO RESTREPO, Francisco. La piel del Alma. Cuerpo, Educación y Cultura. Ed. Magisterio. Santa Fe de Bogotá. 1997